La prestigiosa institución colombiana Fundalectura define claramente que el gusto por la lectura comienza en casa, cuando padres e hijos comparten momentos divertidos alrededor de un libro, leen, se cuentan cuentos y conversan. Leer, entonces, no es sólo leer.
Es comunicación de uno a otro. Desde la lectura en voz alta con los bebés (porque entre el nacimiento y los cuatro años se da el 50% del desarrollo intelectual de los niños), hasta ya de viejos seguir imaginando y viajando por la nueva historia que nos han recomendado o que recomendamos.
Este verano estimula el gusto de tus hijos por la lectura. Si te preguntan por qué leer en vacaciones, hay buenas razones como: “porque con un libro siempre puedes viajar; porque es muy aburrido estar tirado tomando sol, pero es muy divertido reírse con una historia mientras los demás se preguntan: “¿Qué estará leyendo?”; porque es genial tener muchas cosas más que contar a la vuelta.
También hay argumentos que puedes mantener en reserva como que sirve para afrontar las obligaciones del colegio. “Los chicos se pasan tres meses sin leer una sola letra, y cuando vuelven a clases, casi hay que enseñarles todo de nuevo”, etc.
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